En Los Desayunos de TVE, Antonio
Basagoiti ha afirmado que durante la convención del PP en Málaga,
vio un “gran celo por los máximos dirigentes de Génova porque no
saliera ninguna propuesta estos días (…) por querer administrarlas
de manera estratégica de aquí a la campaña electoral” y que se
plantearán cuando el PP lo crea oportuno.
Recomiendo encarecidamente ver la entrevista completa, para los que no dispongan de tiempo les remito
al minuto 11 (aproximandamente).
La pregunta parece inevitable... ¿Por
qué? Por respuesta se obtiene una escueta y sencilla frase: para “administrarlas de manera
estratégica”. ¿Y cuál es esa estrategia? Resulta incómoda la opacidad mostrada por parte de las grandes agrupaciones políticas en un
momento en el que se plantea “devolver la confianza”, aunque sea
a los mercados... ¿Y la confianza a los ciudadanos? Parece ser que no. Se desprestigia
el movimiento surgido en torno al 15 de Mayo sin preguntarse si el descontento de un
porcentaje (elevado) de la población no es importante. Supongo que la
estrategia política no pasa por buscar las causas que han motivado esta desconfianza en los mecanismos de representación democrática vigentes.
Cualquier mal pensando, desconfiado por
naturaleza, podría creer que la ausencia de propuestas es un síntoma
de que los recortes van a ser mayores y que las políticas contra el
estado del bienestar van a tomar fuerza tras el 20N y que, quizás,
por eso existe un “gran celo” porque no salgan “estos días”,
intentando minimizar el impacto negativo que tendrían de cara a las
próximas elecciones.
Es paradójico que el máximo
representante del partido en la oposición (por el momento) repita
constantemente un discurso en el que se aborde la falta de
soluciones y se lance una campaña a través de las redes sociales
llamada #propuestaspp y, sin embargo, en las conversaciones de
“pasillo” se manifieste una intencionalidad contraria a estos
hechos.
Otra vez, un mal pensado podría creer
que #propuestaspp no es más que publicidad engañosa y que todo son
titulares vacíos o, peor aun, que no se avienen al contenido de la noticia.